La comparación de este presente de Independiente con aquel equipo de 2002, que terminó coronándose campeón, parece ser una tentación inevitable. Elementos no faltan: el Rojo es puntero con el mismo DT, el mismo 9, un esquema similar y una ilusión que se sigue alimentando fecha a fecha conforme el equipo continua estirando su ventaja respecto de Godoy Cruz. Sin embargo este Independiente de hoy presenta importantes diferencias futbolisticas con aquel de 2002.
Durante el correr de este torneo, el conjunto de Gallego fue superado en varias ocasiones por sus rivales y su arquero Adrián Gabbarini fue otras tantas veces la figura de un Independiente que, cuando está ganando, comienza a refugiarse atrás a partir de los 20 minutos del segundo tiempo. Su juego por momentos es vistoso y ofensivo pero tiende a apagarse cuando se encuentra en ventaja. Le cuesta defender con la pelota en su poder y a menudo el DT manda un claro mensaje defensivo con algunos cambios que realiza. ¿Es este Tolo el mismo técnico que en 2002 hizo que su equipo le metiera 6 goles a Chacarita y 8 a Colón, pero que en 2010 mereció perder ambos partidos? La respuesta es sí, él es el mismo DT. El que cambió es el fútbol argentino y Américo Rubén parece haber entendido como sacarle el mayor provecho a esa diferencia.
Hace 8 años Independiente fue campeón con 43 puntos por sobre Boca que cosechó 40. River fue tercero con 36, Velez quinto con 28, Racing sexto con la misma cantidad de puntos pero menor diferencia de gol y San Lorenzo noveno con 27. Es decir, todos los grandes + Colón y Chacarita (a los que el equipo de Gallego goleó) terminaron el campeonato entre los 10 primeros. ¿Saben que equipo fue anteultimo ese año? Estudiantes de la Plata, que perdió 12 de los 19 partidos jugados.
Hoy la realidad es bien distinta. El nivel general del fútbol argentino ha caido dramáticamente. Boca, River, Racing y San Lorenzo se encuentran entre los 6 peores equipos de un torneo donde el inmediato perseguidor de Independiente es Godoy Cruz. Estudiantes, Banfield y Velez, los nuevos animadores de los últimos años, se ubican tercero, cuarto y quinto respectivamente, más allá de haber afrontado muchos encuentros con un equipo alternativo ya que apuntan sus cañones a la Copa Libertadores. Los clubes están quebrados y los planteles llenos de jugadores sub 21 o + 30, ya que la mayoría de la generación entre 22 y 29 emigra a Europa, donde se cobra en euros y no hay que enfrentarse con presiones y demás problemas que el fútbol vernáculo nos entrega fecha a fecha.
En ese sentido el Tolo supo ser pragmático y acomodarse a las circunstancias de los nuevos tiempos, tanto a nivel club como a nivel general. Porque Independiente no es el mejor equipo de la Argentina más alla de ir puntero, pero sí es el más práctico. En 2002 el conjunto de Avellaneda tenía que ser muy bueno para arrebatarle el título al Boca del Maestro Tabárez o a River. Por eso se reforzó acorde a las necesidades. Se buscó la inversión de Daniel Grinbank y se armó un gran equipo porque había que ser el mejor.
Hoy por hoy Gallego sabe que no necesita ser avasallador para cosechar resultados en este fútbol que no exige como exigía años atrás. Pega y se refugia. Y eso hasta ahora ha dado resultado porque el nivel es chato. Con un Boca más atento a solucionar sus problemas institucionales que a pelear el campeonato, un River tratando de renacer, un Racing intentando escaparle al descenso, un San Lorenzo en la transición post Tinelli - pre elecciones de diciembre y Estudiantes, Banfield, Velez y Lanús jugando la Copa, Galllego sabe que está frente a una oportunidad inmejorable. Por eso suma de a granitos para construir el castillo de arena.
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